A lo largo de nuestra historia, Chile, como país, ha sufrido de inminentes catástrofes, entre ellas las que se vinculan a desastres que se producen por la naturaleza (terremotos, inundaciones, entre otros), como las que comprende a aquellas personas que se encuentran fuera del circulo social que comúnmente conocemos: Los pobres.
Es en este contexto donde encontramos a un gran exponente como lo fue el padre Alberto Hurtado, quien nos demostró y enseñó que la gente uniéndose podía combatir la pobreza o parte de ella, de cierta manera “atendiendo a los pobres entre los pobres”, hecho que lo podemos destacar hasta la actualidad.
Toda campaña social es una estrategia, la cual tiene propósitos, objetivos y metas. Desde el punto de vista de la Psicología Social y de la Sociología, las campañas se encuadran en el ámbito de las conductas y las actitudes individuales y colectivas de las personas. Es decir, buscan influir en la mantención-reafirmación de conductas y actitudes, o en su modificación parcial o total. Las conductas son diferentes a las actitudes.
Si bien es cierto, una campaña no terminaría con todas aquellas problemáticas que rodean nuestra sociedad, pero sí cabe destacar que es una instancia donde las personas participan activamente en pro de su desarrollo concientizando a los demás, siendo ésta una forma de progresar involucrando solidaridad, participación, y conciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario